¿Quién debe usar los cinturones de seguridad en un autobús?
Aunque muchas veces se nos olvida, el cinturón de seguridad no es solo cosa de coches. En un autobús, también salva vidas. Y sí, hay una normativa clara sobre quién debe usarlo, aunque a menudo se desconozca. En este artículo te explicamos quién debe usar los cinturones de seguridad en un autobús.
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Todos los pasajeros con cinturón… deben usarlo
La ley es clara: si el asiento tiene cinturón, hay que ponérselo. Esto aplica tanto a autobuses escolares, como a líneas regulares de largo recorrido o autobuses privados. Da igual que el trayecto sea corto o largo: si hay cinturón disponible, su uso es obligatorio.
No es cuestión de comodidad, sino de seguridad. En caso de accidente o frenazo brusco, llevar el cinturón puede marcar la diferencia entre un susto y una lesión grave.
¿Y los niños?
Los menores también deben usar cinturón si su asiento lo tiene. Además, si miden menos de 135 cm, deberían ir con un sistema de retención infantil adecuado a su peso y altura, siempre que el autobús esté preparado para ello.
En muchas ocasiones, sin embargo, no se cuenta con estos sistemas en los autobuses. En ese caso, lo recomendable es que el menor se siente siempre en los asientos traseros, bien sujeto con el cinturón de adultos ajustado lo máximo posible.
¿Qué pasa con los autobuses urbanos?
Aquí está la excepción. En los autobuses de línea urbanos (como los que usamos en ciudad), no es obligatorio el uso del cinturón porque muchos de ellos no están equipados con uno, y además permiten viajar de pie. La normativa se centra en los vehículos interurbanos, escolares o de largo recorrido, donde sí se exige.
¿Quién responde si un menor no lo lleva?
Si un niño viaja sin cinturón o sin el sistema de retención adecuado, la responsabilidad recae en los padres, tutores o acompañantes, no en el conductor ni en la empresa de transporte. Y la multa puede superar los 200 €.
Ahora sabes quién debe usar los cinturones de seguridad en un autobús.
En Rodich Seguridad creemos que la prevención empieza por los pequeños gestos. Abrocharse el cinturón en un autobús es uno de ellos. Y aunque parezca un detalle menor, puede evitar consecuencias graves. Si tienes dudas sobre seguridad en vehículos colectivos o quieres que revisemos el estado de tu flota, estamos aquí para ayudarte.
